- El acero inoxidable posee la mejor resistencia al fuego de todos los materiales metálicos existentes. Resiste a muy altas temperaturas y además no emite humos tóxicos. Por ello lo encontramos tan habitualmente en las cocinas de restaurantes.
- En los producto de acero, dependiendo el uso especifico que se le quiera dar y problemas que se puedan generar se añaden minerales adicionales, así por ejemplo: buscando evitar la oxidación y corrosión se le añade cromo y níquel; para mejorar la dureza, resistencia y tenacidad se usa el tungsteno.
- Hasta el año 1950 solo se exigía que el acero sea resistente a la tracción y se tenía como variable de análisis sólo su punto de fluencia, es decir no se tomaba en cuenta la composición química. Sin embargo, al tiempo que los procesos de soldadura ganaban su lugar en el campo, su composición química fue alcanzando relevancia. No fue hasta el año 1999 que la AISC dictó el diseño por factores de carga resistencia para edificios de acero estructural que considera la composición química de este material.
- La norma NFPA 251 menciona que el acero fracasa a los 538 °C y un incendio llega fácilmente a dicha temperatura a los 5 minutos, es por ello que para la protección de los perfiles se han desarrollado, pinturas intumescentes y paneles de lana mineral, yeso o silicato cálcico.
- Las disposiciones NEC-acero, se aplican siempre que se emplee un coeficiente de reducción de respuesta sísmica R mayor que 3.
- El acero pierde su ductilidad y se vuelve susceptible a una fractura frágil entre otras, debido a cargas de fatiga y por temperaturas muy bajas.